El quinto objetivo de Desarrollo del Milenio representa el compromiso de la comunidad internacional en mejorar la salud materna hasta el año 2015.

Esta meta refleja la importancia de reducir la mortalidad materna, que representan uno de los problemas de salud pública de mayor relevancia e interés, no sólo por el efecto social que implica la pérdida de una madre en una unidad familiar, sino porque la mortalidad materna indica inequidad social y deficiencias en el acceso a servicios de salud.

Esta meta implica el ejercicio de los derechos sexuales y reproductivos de las personas, en especial de las mujeres para disfrutar de un alto nivel de salud física y mental.